sábado, 8 de noviembre de 2008

Gomorra, desesperanzadora realidad


Como ayer os anunciábamos, a las 16:00h daba comienzo el Sevilla Festival de Cine con la película más mediáticas de todas las que se proyectan en esta edición.

Gomorra, dirigida por Matteo Garrone, se basa en el libro de Roberto Saviano, también guionista del film, y describe (más que narra) cómo es la organización de la Camorra por dentro. Quienes entienden de este tema, afirman que se trata de una descripción muy exacta de la mafia napolitana. Yo, que no soy precisamente una experta, me limitaré a decir que se trata de una película muy realista.

Su estructura gira en torno a cinco historias, cuyo nexo de unión es, únicamente, la Camorra. Quizás, se eche de menos la figura de un personaje que estuviera presente en todas ellas y que sirviera para que el público consiguiera situarse en el relato. Porque si algo hay que criticarle a esta película es la dificultad que le supone al espectador adentrarse en ella. Sin embargo, resulta comprensible la independencia de las historias debido a que la estructura de la Camorra, a diferencia de la estructura de la mafia siciliana, no es piramidal, sino horizontal. Probablemente, el director ha tratado de transmitirnos esa especie de igualdad entre miembros (sin olvidarnos, claro está, de la supremacía de los bosses). Como bien decía Garrone, «desde dentro no hay buenos y malos, sólo una gran zona gris».

Por otra parte, y como ya dije al principio, la película es más descriptiva que narrativa, por lo que si esperamos ver acción y dinamismo, mejor que se nos vaya quitando la idea de la cabeza. Gomorra es una película lenta, que a mí personalmente no se me hizo pesada, ni siquiera larga. Es más, me gustó, y me estaba gustando tanto que ni me di cuenta de que algunas historias ya estaban concluyendo.

Pero aún hay más, y quizás esto sea lo más importante del film. Las historias que cuenta son de una naturaleza desgarradora y escalofriante. Desde el niño que tiene que demostrar su valor hasta los dos jóvenes admiradores de Scarface (que ilustran la fotografía de esta entrada), pasando por el sastre, el pagador y el empresario. La Camorra tiene inversiones en todas partes, en el mundo textil, el de los residuos tóxicos, las drogas, las armas... Y eso es lo que trata de mostrarnos esta película. Aunque no nos demos cuenta, esta organización (junto con otras del mismo calibre), está presente en nuestra vida cotidiana. ¿Un ejemplo? Su presencia en la alta costura, en los vestidos que las estrellas de Hollywood llevan a los grandes estrenos.

Matteo Garrone nos presenta, junto a Roberto Saviano (amenazado, como todo el mundo sabe, por los bosses de la Camorra), una descripción realista llena de historias verosímiles que nos acercan a este mundo que parece estar tan alejado de nosotros y que, sin embargo, se encuentra presente en nuestro día a día, a través de inversiones que la mayoría de nosotros desconocemos. Y por esta razón, precisamente, deja mal sabor de boca, porque como espectadores de cine esperamos algún tipo de happy end, pero las esperanzas desaparecen cuando el fundido a negro, junto a la posterior aparición de los créditos, nos hacen caer en la cuenta de que hemos asistido a un espectáculo de dura y cruda realidad, y que no hay nada más que podamos hacer.

Gomorra es una película necesaria, una película que hay que ver, y que hay que ver bien despierto, para después poder darle orden a toda la información que se nos proporciona. Si no tenéis ocasión de verla en el Sevilla Festival, no dejéis de hacerlo en el resto de cines a partir del 14 de noviembre, fecha de estreno en España.

Gomorra vuelve a emitirse hoy, sábado 8, a las 22:15h, y mañana 9, a las 20:20h, en la Sala 15 del Nervión Plaza.

1 comentario:

BrokenSnake dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, una película desgarradora y realista, coincido en que a mi tampoco se me hizo pesada.