El pasado lunes 10 de noviembre tuvo lugar en el Casino de la Exposición la rueda de prensa de Il Divo. La película italiana que, junto con Gomorra ha despertado mayor expectación en el festival. Internet tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes y sin saber cómo ni por qué, perdí la nota de prensa que realicé. Recuperando la información de alguna parte del portátil, encontré dicha nota que se desarrolla a continuación:
Il Divo de Paolo Sorrentino es una caricatura, un retrato burlesco de Giulo Andreotti. A sus 89 años es una de las figuras más emblemáticas de la Democracia Cristiana italiana. Lleva a sus espaldas cincuenta años de carrera política: siete veces presidente del consejo, cinco ministro de exteriores, titular de finanzas y posee escaño de por vida como senador. Para reencarnar al mítico personaje se eligió al actor Servillo. Fue una odisea, una búsqueda constante tanto en la voz como en el aspecto físico del personaje.
Destacó que el principal problema de Italia es que olvida su pasado. Pues, este personaje ha dado mucho que hablar, marcando un antes y un después. Pero posteriormente se ha creado una cortina de humo y se ha olvidado todo.
Según Sorrentino el personaje se asemeja muchísimo a Berlusconi, con un alto índice de personalidad. Al que también se le ha acusado y comprobado sobre su participación en la mafia. La película no ha contribuido a reforzar la opinión que tenían de Berlusconi y de Giulo. El punto fuerte es la caricatura que hace de él, un personaje burlón.
“No se trata de una película que distinga el mal del bien, es la vida privada de un personaje público. Un aspecto grotesco y surrealista del cine italiano” ha señalado el director.
El discurso de Andreotti al final de la película es pura ficción, obra del guionista. Es una entidad, que está en televisión a diario, todo el mundo habla de él. El verdadero desafío es retratarlo lejos de las limitaciones de televisión. Según nos cuenta, el cine clásico es lo que siempre ha visto en la pequeña pantalla. Lamenta que los más jóvenes desconozcan este género cinematográfico. Según Sorrentino “Es un problema político y cultural, en televisión solo hay cabida para la prensa rosa”.
Quisimos saber su opinión el hecho de que dos películas italianas hayan llegado tan lejos en el festival “Me llena de orgullo y satisfacción este éxito, no sólo de las críticas de expertos, sino también por parte del público, el comercial”.
Además de estas declaraciones destacó "Quizás esta forma de producción abre una nueva estrategia sobre el modo de hacer cine italiano"
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